
Diego Ortiz: mis dificultades para entender un juicio
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Diego Ortiz es una persona
con discapacidad intelectual
que trabaja en el Centro Español
de Accesibilidad Cognitiva.
Diego nos cuenta
las dificultades que tuvo
para entender su juicio.
La historia de Diego
Cuando tenía 14 años me detuvieron.
Yo no sabía de detenciones.
Estaba tranquilo,
no me enteraba mucho
de los derechos que tenía.
Al día siguiente
me llamaron a declarar.
No entendía nada en la declaración,
sólo que me iban a ingresar
en un reformatorio.
A los 6 meses tuve el juicio
y todavía no había visto
a mi abogada.
No la conocía ni supe
lo que iba a pasar.
Me vinieron a ver
y me dijeron que
no pasaba nada.
La jueza directamente
me juzgó y me condenó.
Mi abogada había conseguido
un acuerdo sin mi permiso.
No había hablado conmigo
en ningún momento.
Necesité un facilitador,
que es la persona que presta el apoyo
para poder entender lo que pasa
en los procesos judiciales.
Gracias al facilitador
me enteré del acuerdo.
Era la primera vez que tenía
un juicio y pensaba que era así.
Me di cuenta de que no lo era así
cuando tuve mi segundo juicio,
me detuvieron siendo mayor de edad,
me leyeron mis derechos
y solamente entendí que podía
realizar una llamada
y que vendría un abogado.
Me pusieron un abogado de oficio,
no declaré porque el abogado
no me hacía caso.
Sabía que iba a ingresar en prisión,
pero me intentaba quedar callado
para que no me pasara lo mismo
que la primera vez.
No tenía un facilitador
y no lo entendía bien.
Preguntando a otros presos,
conseguí un abogado
especialista en discapacidad.
No me importaba que fuera
de pago, así que la contratamos.
Me venía a ver y era muy atenta.
Se dio cuenta que tenía
discapacidad intelectual,
cosa que no sabía.
Me lo facilitó todo
y muy bien explicado.
Hizo textos de preguntas
más o menos que me iba
a preguntar el juez,
las pruebas que tenía que dar.
La gente tuvo empatía conmigo
y nos pusimos a practicar,
estaba nervioso.
Al año tuve el juicio
y a los calabozos me vino a ver
para preparar las cosas que faltaban.
El juez empezó a hablar
con palabras muy técnicas
y le dije que no me estaba
enterando de nada.
Mi abogada pidió
que cambiara el vocabulario.
Echaba en falta un facilitador.
El juicio era un lunes
pero lo aplazaron
para el siguiente lunes.
Vino un abogado
a explicarme todo
lo que no había entendido.
Fueron varias cosas para preparar.
Al llegar el lunes ya iba más centrado
y comenzó el juicio.
Le recordaron al juez
que hablara con un vocabulario
adecuado a mi discapacidad.
Me hacía falta un facilitador.
Cuando llevaba 5 horas
en el juicio me perdía
y el abogado estaba atento
todo lo que podía y más.
Al acabar el juicio me explicó
todo lo que no entendía
y me lo explicó todo muy bien.
Al llegar mi sentencia,
me vino a ver el abogado
con otro papel hecho
con lectura fácil donde decía
los motivos y los años
que estaría en prisión.
En el primer juicio me sentí
engañado porque se podía
haber hecho algo más.
Finalmente abogado me informó
y tuve un mejor juicio.
Me parece perfecto que las personas con discapacidad tengan un facilitador y que los jueces y abogados se dirijan a ellos con vocabulario que entiendan lo que les dicen y puedan expresarse y entender lo que está ocurriendo
En efecto hay muchas personas con dificultades de comprensión que no pueden entender un juicio
para ello debe existir siempre esta figura
Muchas gracias por compartirlo