UN DIA MAS
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Era un día aparentemente normal, era hora punta. Había mucha gente que se dirigía a sus quehaceres cotidianos. De pronto entraron a los trenes unas personas algo sospechosas, aunque aparentemente normales, que dejaron sus mochilas en el suelo y se marcharon sin decir nada y velozmente, sin dejar rastro. Nadie pudo hacer nada, solamente vieron a uno de los sospechosos hablar en un teléfono público y decir, casi por señas, que la labor estaba hecha y desapareció sin dejar huella. Cuando todo el mundo estaba concentrado en sus cosas, de pronto, un ruido seco los dejo atónitos y saltaron por los aires tres trenes al mismo tiempo. Los tres trenes se dirigían Atocha (unos de ellos venia del Pozo, otro de Santa Eugenia y otro ya estaba llegando a Atocha) un rastro de dolor e incertidumbre recorrió el cuerpo de aquellas personas, que nunca entendieron que mal habían hecho, por el simple hecho, de ser personas normales. Desde ese día, se conmemora con velas a todas las víctimas, que cayeron como moscas. Murieron sin tener ninguna culpa. Espero y deseo que no vuelva ocurrir nunca más algo parecido y que los que cayeron inocentemente resuenen en las conciencias de estos asesinos. Gracias de verdad a todos los que se preocuparon por las víctimas. Gracias y hasta pronto una madrileña más.
Marta Torero.
Hola Marta yo este maldito día cogi el tren a las 7 y 25 de la mañana en Atocha para ir a El Escorial.
Cuando iba casi llegando a Nuevos Ministerios que es una estación de cercanías de Madrid escuche un ruido muy fuerte y se paro mi tren
a los pocos minutos tuvimos que desalojar el tren y recorrer el túnel hasta llegar a dicha estación luego allí me tuve que apañar para llegar a mi lugar de estudio.
Allí me soltaron la noticia y me quede en blanco ojalá no ocurra más esto.